Desmadre convoca a escribir en esta cuarentena. Escribir la cuarentena, describir la cuarentena, describirnos, escribirnos. Pienso que hace mucho que no escribo. Es un ejercicio parecido a la libertad, es la libertad que nos está faltando en estos días de tanta invitación a No hacer cosas. Leí algunos de los textos de las compañeras que fueron enviando. Muchas hablan de la realidad, lo indignante, el gobierno, y yo pienso que si escribiera no podría salir de mi, no puedo dejar de mirarme a mí. Esto me da culpa, me falta conciencia social, pienso, soy egoísta, más culpa, solo yo, solo pienso en mi. Empezó la cuarentena cuando estábamos en un proceso de separación, nos turnábamos en la casa (la casa es de les niñes). Las primeras semanas fueron fáciles de llevar así, alternando. Luego ya no pudimos irnos a otro lado. A medida que el virus avanzaba el miedo cerraba más puertas, nos fuimos quedando los dos en casa y coincidió con que intentamos rearmarnos. El padre sigue yendo a traba
Que el virus no mate al amor Culpa de comprar en el super por cansancio Culpa por no haber llegado a ver en qué grupo y dónde era que estaba les emprendedores que se están fundiendo Culpa por no estar en la organización de una olla popular Culpa y culpa y la maldita culpa de nuevo Está bien, me agarró desprevenida y ya venía boleada con el nuevo gobierno pero esto me desencajó. Tanto que no sé cómo voy a poder expresar lo que me pasa. “tenes que parar de mirar pantallas y no podes”, “tenes que cuidar a tu hija, el trabajo, las tareas del hogar”. “Uy, aprovechemos para hacer todo lo que faltaba hacer en la casa”, “tenés reuniones virtuales de la cooperativa, tenés reuniones virtuales con los afectos, tenés reuniones virtuales con otros proyectos, tenés que airearte, tenés que ayudar a les demás, tenés que hacer algo, opinar, reflexionar, escribir, contestar, tenés que seguir.” Pero, “no pude procesar aún todo”, pero tenés que seguir. ¿Y qué puedo hacer desde mi lugar? Entender y dejar