Domingo 29 de marzo
Décimo tercera llamada del día..ella me mira con sus perlitas negras como diciendo
“otra vez mami!”
Claro, ya van como tres veces que le termino dando teta en el medio de una video-llamada.
Me imagino que ella debe pensar que las personas están en pequeños cuadraditos.
Los domingos son el día para los afectos de allá y acá
(porque entre semana satura el teletrabajo y es mejor por la diferencia horaria).
En las últimas semanas hablé más que en el último año con todxs, lxs de allá y lxs de acá.
Las distancias se acortan, porque aunque esta jodida situación nos tenga aisladas físicamente,
nos terminó acercando más. Las redes siguen allí y se fortalecen.
No voy a ahondar en lo negativo de esta situación, ya circula bastante por los medios,
las redes y lo experimentan nuestros cuerpos.
Decido compartir aquí uno de los temas de conversación de una de esas llamadas, la consigna ¿Cómo sería una utopía post-coronavirus?… porque para distopía la que tenemos ya es suficiente.
Más o menos tendría algunas de estas cosas: para empezar la gente ya no se saludaría con besos impostados sino con fuertes abrazos, los cuidados colectivizados estarían en el centro de nuestras vidas y ya no se moverían de allí, aprenderíamos a cuidar la tierra y a cultivarla.
Las redes de vecinxs se fortalecerían y antes de viajar pensaríamos en las ciudades y su gente para no invadirlas…
Ya sé, suena cursi… pero prefiero horizontes propios que los impuestos,
porque de esos está lleno últimamente.
Así que eso… un mundo lleno de abrazos… habrá que empezar-seguir tejiendo.
Daniela Osorio-Cabrera.
Recibido el 29 de marzo de 2020.
22:25 hs.
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