En estos días, que los lazos han dejado de ser reales para ser básicamente virtuales, nos vemos
sobrecargades de información. Nunca nos han faltado los consejos sobre cómo criar, pero ahora esto se ha vuelto exponencial. A propósito, como todo lo que pasa en la red...
Intentan brindar el mejor consejo posible (o eso espero), el tema es, que llega un punto en que la cabeza estalla. Y sí, es ideal que les niñes hagan yoga, que hagan la tarea escolar (si tienen), que se ejerciten, que jueguen soles y con nosotres, es bueno que les brindemos todo el amor posible.
Pero ¿Dónde queda una y dónde depositamos la culpa si no todo sale como lo anhela el mundo? ¿Quién nos cuida a las que maternamos solas/es?
Me repito muchas veces al día que todo va a estar bien. Paso por todos los estados, desde el llanto
desmedido (pero sin que me vean), hasta la alegría por tenerles, risas por escuchar sus lúcidos
comentarios, esperanza para seguir en la lucha todas las veces.
Entonces pienso, que tenemos que hacer lo que podamos, hoy y siempre. Que cada quién haga lo que le siente mejor, con o sin rutinas, con o sin show de magia, que al final lo que importa es que prevalezca el amor.
Ya es difícil maternar a diario para, encima, adicionar la paranoia viral. Les abrazo fuertemente.
Leticia Arriola
Recibido el 24 de marzo de 2020.
13:00 hs.
sobrecargades de información. Nunca nos han faltado los consejos sobre cómo criar, pero ahora esto se ha vuelto exponencial. A propósito, como todo lo que pasa en la red...
Intentan brindar el mejor consejo posible (o eso espero), el tema es, que llega un punto en que la cabeza estalla. Y sí, es ideal que les niñes hagan yoga, que hagan la tarea escolar (si tienen), que se ejerciten, que jueguen soles y con nosotres, es bueno que les brindemos todo el amor posible.
Pero ¿Dónde queda una y dónde depositamos la culpa si no todo sale como lo anhela el mundo? ¿Quién nos cuida a las que maternamos solas/es?
Me repito muchas veces al día que todo va a estar bien. Paso por todos los estados, desde el llanto
desmedido (pero sin que me vean), hasta la alegría por tenerles, risas por escuchar sus lúcidos
comentarios, esperanza para seguir en la lucha todas las veces.
Entonces pienso, que tenemos que hacer lo que podamos, hoy y siempre. Que cada quién haga lo que le siente mejor, con o sin rutinas, con o sin show de magia, que al final lo que importa es que prevalezca el amor.
Ya es difícil maternar a diario para, encima, adicionar la paranoia viral. Les abrazo fuertemente.
Leticia Arriola
Recibido el 24 de marzo de 2020.
13:00 hs.
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