Hoy fue un torbellino de emociones.
De esos días en que se me volcó la leche hervida, se me cayo tres veces mate y demore tres horas en cocinar.
Las noticias del afuera abruman, asustan, el panorama por momentos es desolador.
Y pensar que hace unos días estábamos rugiendo en las calles, abrazadas a nuestros cánticos y nuestras rebeldías, era el inicio de una lucha que siempre continua.
Ya no estamos solas, ya no hay miedo, cuerpos y cuerpas resistiendo al entramado de violencias cotidianas y construyendo nuevos decires, haceres…. Y de un plumazo pareciera que enmudecimos, pareciera digo, por que seguimos juntas, juntos, y cada ínfimo contacto, gesto, ceremonia de solidaridad me convoca, nos convoca a resistir, a recordar que aun así, sin tocarnos, sin sentirnos, estamos para luchar.
Hoy fue un día complicado, si. Lo viene siendo, los cuidados en soledad pueden llegar a ser abrumadores, hace tiempo que el maternar es una madeja que esta imbrincada en mi cuerpo, que me interpela, me me remueve hasta las entrañas porque es de una intensidad que me cuesta manejar. Y cuando veo que hay otras, mujeres, amigas, compañeras que invitan a pensar, a desmadrarse, dan ganas de unirse, me siento convocada y agradecida por compartir algunos pensares, “algunos desmadres”.
Hoy fue un día complicado porque quienes gobiernan afirman descarnadamente que nuestras vidas no valen, estamos viviendo lo barbarico que puede llegar a ser el capitalismo, el patriarcado, en tiempos donde las palabras toque de queda, control policial se sobrestiman frente a cualquier política de cuidado social. Escribir, ha sido un pequeño gesto de rebeldía el día de hoy.
Gracias por convocar, por recordarnos que aun tenemos voces, versos, escrituras de resistencia que nos siguen abrazando, y nos recuerdan que estamos y estaremos, que no hay vuelta atrás.. Palabras desordenas y turbulentas como el día que tuve dentro de cuarto paredes.
Compartirlo me alivia, y me recuerda que aun vivimos y resistimos.
Lucia
Recibido el 23 de marzo de 2020.
23:29 hs.
De esos días en que se me volcó la leche hervida, se me cayo tres veces mate y demore tres horas en cocinar.
Las noticias del afuera abruman, asustan, el panorama por momentos es desolador.
Y pensar que hace unos días estábamos rugiendo en las calles, abrazadas a nuestros cánticos y nuestras rebeldías, era el inicio de una lucha que siempre continua.
Ya no estamos solas, ya no hay miedo, cuerpos y cuerpas resistiendo al entramado de violencias cotidianas y construyendo nuevos decires, haceres…. Y de un plumazo pareciera que enmudecimos, pareciera digo, por que seguimos juntas, juntos, y cada ínfimo contacto, gesto, ceremonia de solidaridad me convoca, nos convoca a resistir, a recordar que aun así, sin tocarnos, sin sentirnos, estamos para luchar.
Hoy fue un día complicado, si. Lo viene siendo, los cuidados en soledad pueden llegar a ser abrumadores, hace tiempo que el maternar es una madeja que esta imbrincada en mi cuerpo, que me interpela, me me remueve hasta las entrañas porque es de una intensidad que me cuesta manejar. Y cuando veo que hay otras, mujeres, amigas, compañeras que invitan a pensar, a desmadrarse, dan ganas de unirse, me siento convocada y agradecida por compartir algunos pensares, “algunos desmadres”.
Hoy fue un día complicado porque quienes gobiernan afirman descarnadamente que nuestras vidas no valen, estamos viviendo lo barbarico que puede llegar a ser el capitalismo, el patriarcado, en tiempos donde las palabras toque de queda, control policial se sobrestiman frente a cualquier política de cuidado social. Escribir, ha sido un pequeño gesto de rebeldía el día de hoy.
Gracias por convocar, por recordarnos que aun tenemos voces, versos, escrituras de resistencia que nos siguen abrazando, y nos recuerdan que estamos y estaremos, que no hay vuelta atrás.. Palabras desordenas y turbulentas como el día que tuve dentro de cuarto paredes.
Compartirlo me alivia, y me recuerda que aun vivimos y resistimos.
Lucia
Recibido el 23 de marzo de 2020.
23:29 hs.
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